Opiniones de Enrique Franco y Tomás Marco sobre la obra de Antón Larrauri


Opiniones de Enrique Franco y Tomás Marco sobre la obra de Antón Larrauri

En el libro cien vascos de proyección universal actuales escrito por Celia López, se recogen opiniones de Enrique Franco y Tomás Marco ambos expertos críticos musicales entre otras cualidades.

Enrique Franco dice: “ En la música de Larrauri Manda, ante todo, una formidable vitalidad humanística. Acaso uno de los secretos de su atractivo reside en la conjunción de esas fuerzas vitales, que podríamos calificar de realistas, y una imaginación de orden plástico, plena de fantasía, sin olvidar el componente lírico que parece ser constante de la expresión artística de los vascos...... Soy testigo de la impresión que los pentagramas de Larrauri, tan llenos de color y de vida, causaron a los cincuenta componentes de la Tribuna de compositores, que cada año se reúnen en la casa de la Unesco parisiense. Impresión procedente, sobre todo, de la fuerza original de una música capaz de hablar con un lenguaje tan actual como personal. El nombre de Larrauri, entonces, era nuevo en la reunión internacional y, sin embargo, el interés provocado por la imaginación sonora del músico bilbaíno fue enorme. Pocas intuiciones tan musicales, tan grandes y de tan buena ley, habían aparecido durante los últimos años comparables a la de Larrauri..... Tiene una fuerte personalidad y un sentido fascinante del color, para unir lo racial y lo vanguardístico en una fórmula apenas conseguida por otros compositores de cualquier país...Plásticos son los resultados, pero de la verde plástica, la geografía vizcaína le entro por los ojos hasta herir el alma del compositor y crear todo un repertorio de sugerencias: altas montañas bravías, verdes húmedos, luz fuerte o densidades nebulosas...En la fusión tan peliaguda de tradición y actualidad, Antón Larrauri se sitúa en línea con grandes creadores de hoy: Lutoslawsky, Penderecky y Berio. Y lo hace con la fuerza propia de la juventud, con esa generosidad que caracteriza las obras tempranas”

Por otro lado Tomás Marco que conoció bien al compositor dice lo siguiente: “ Larrauri ha conseguido una obra sin concesiones, plenamente actual y plenamente vasca. Naturalmente, Como todo lo que signifique un paso adelante, se prestará a controversias y al frunce de ceño de los inmovilistas. Pero eso no va a impedir que el País Vasco haya encontrado a su músico actual, capaz de insertar su problemática en la más general del momento presente y de impulsar hacia delante su propia cultura. Buena parte de las obras de este compositor están entroncadas en la tradición de la canción coral vasca de origen popular. Pero hay que subrayar como Larrauri unas veces trata temas populares y otras de propia creación. Sin embargo en el primer caso no se dedica simplemente a armonizar los temas, sino a construir obra con ellos. Y en el segundo, los crea el mismo reflexionando sobre las características básicas de la melodía euskérica. Zan Tiretu es una obra de significación aparte, no solo por su mayor complejidad y dimensiones, sino por su decidido clima vanguardista, que arrancado de la raíz vasca, llega a una magnifica investigación creativa sobre la nueva música coral. Obra que por su técnica, expresividad y significado, ocupa un lugar histórico
en la música vasca y en la música coral europea”

Las opiniones de estos dos expertos musicales nos acerca un poco más a la figura profesional de Antón Larrauri y nos permite ver lo que otros contemporáneos suyos opinan de su obra. Para analizar esta opiniones debemos tener en cuenta que el libro fue escrito en 1981. Por eso se hace referencia a las primeras obras del compositor.

Minerva

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